
Las flores blancas aparecen en racimos que se vuelven anaranjados cuando se van marchitando. Florecen en primavera.
Se suelen utilizar para su cultivo en maceta, pues en tierra pueden llegar a ser invasoras.
Es una planta de fácil cultivo que necesita exposiciones de pleno sol o de sombra parcial. Es resistente a la sequía y es capaz de tolerar heladas cortas y no muy intensas.
No es una planta exigente con el suelo y le basta que sea un poco fértil pero muy bien drenado.
Regar moderadamente dejando que el suelo se seque bien y casi no regar en invierno.
No necesita poda pero es conveniente ir eliminando las flores marchitas y los tallos dañados.
Basta con abonar una vez al año en primavera con algo de compost o fertilizante orgánico.
Es una planta resistente a plagas y enfermedades de jardín pero teme el exceso de riego.
Se multiplican a partir de semillas sembradas en primavera o, mejor aún, por esquejes de tallos o de hojas en la misma época.